El ombú es conocido popularmente en su Sudamérica originaria también como Bellasombra por servir de fresco cobijo y lugar de encuentro en las horas en las que más castiga el sol. Su nombre botánico hace referencia al jugo de tonalidad carmín de sus frutos: phyton, “planta”, y lacca, “tinte”. Supuestamente para producir algún tipo de tinte fue introducido prontamente en España en fecha cercana a 1492 por Hernando Colón, el hijo del explorador genovés.

Aunque sin éxito en lo que se refiere a la producción del tinte, el ombú es hoy una importante planta ornamental arborescente que sería así una de las primeras introducidas en la Península Ibérica como consecuencia de los viajes colombinos. Dichos viajes marcarán el punto de partida de un intercambio de especies vegetales global que no ha dejado de continuar hasta la fecha. En este sentido, Canarias funcionará como una verdadera encrucijada de esa nueva fase del viaje global de las especies.